jueves, 2 de junio de 2016

Don Valeroso Oso futbolista: El Quijote Infantil David Saturno Donatti, Poeta de la Luz



INTRODUCCIÓN QUIJOTITO

[Que trata de una avispa.
Érase una vez. Un elefante juega Pingpong. Su mejor amigo, el pájaro Diamante Mandarín, canta una canción con Ancho Lanza]


ÉRASE UNAVISPA.
       PERDÓN, niños, perdón. Érase una vez, perdón. Es. Es una vez. Es un ave. O bueno, no es un ave. Es un elefante. Un mamut que vuela: tiene alillas en sus costillas. Un elefantillo de cuyo ingeniosillo nombre habré de acordarme. Un elefantito. Tito. Tito. Pero su nombre no es Tito. No. No.
       Tito, el elefantito, tiene otro nombre.
       ¿Y cómo se llama Tito, el elefantito, él cómo se llama, Profesor Cuentavispas?
       Pim. Su primer nombre es Pim. Así se llama. Su segundo nombre, en cambio, no es Don Segundo. No. No. Su segundo nombre también es Pim. Así que su primer y segundo nombre es Pim. Así. Igual. Pim. Tiene dos nombres gemelitos. Pim Pim. Por eso le dicen así: el elefante Pim Pim. Por eso le cantan así. El Elefante Pim Pim, se rasgó la nariz, por asustar a los niños, con un moco grande cual una lombriz. Su primer apellido es Pom y su segundo apellido es Pum.
       Su nombre completo es: Pim Pim Pom Pum.
       Su mejor amigo es un pájaro, de nombre Diamante Mandarín. Rin. Mandarín es un pájaro de color gris claro, con el pecho blanco y las paticas de color vino tinto, tinto y tinto, tomémonos un cappuccino, seamos estudiantes, seamos amigos. ¿Quieres ser mi profesor? Primero tenemos que ser amigos. Ja. Ja. Ja. Ya somos amigos. Tomémonos un cappuccino y seamos –juntos– un par de elefantitos.
       Ja. Ja. Ja. Ya somos elefantes. Dos elefantitos.
       Y estudiamos juntos. Con un pajarito: el Diamante Mandarín. El Diccionario Salvaje Quijotesco lo describe de la siguiente manera: hola, hola, hola; hola niños, el imponente Diamante Mandarín (Taeniopygia guttata), a quienes sus amigos llaman Diamante de Cebra de Timor o Pinzón Cebra, es también conocido como El Chino Mandarín.
       ¿De dónde es?
       ¿De dónde es quién: Pim Pim Pom Pum o Diamante Mandarín?
       No. Pim Pim Pom Pum, no. El pájaro asiático: el Diamante Mandarín. ¿De dónde es? Dime. ¿Su origen es de China, de la India o de Japón? ¿Es de Corea y usa correa? ¿El pájaro Diamante se pone medias?
       Te digo. De la India, no. De Japón, no. De Corea tampoco y tampoco lleva correa, tampoco se pone medias y su mamá no le da correa.
       Entonces dime. ¿Quién es?
       Quién es, quién es. Te lo voy a decir. Quién es, quién es: te lo voy a decir.
       Sí. Sí. Sí.
       El Chino Mandarín nació de una mandarina. Ja. Ja. Ja. Mentiras. El Diamante Mandarín nació de un diamante. Ja. Ja. Ja. Mentiras. El Diamante Mandarín es una especie de ave paseriforme. Paseriforme significa que hace paseos en su colegio de pájaros, con la Profesora Gaviota y los niños en uniforme. Paseriforme. Es un ave originaria de un país llamado Las Australias, un país que tiene muchas dalias. Diamante Mandarín se caracteriza por su plumaje de tenue color beige, que se diría como de blanco carbón, que se diría como un ave de plastilina viviendo en una mansión, la mansión del aire. Su pico y sus patas tienen un marcado color rojizo oscuro. Sus ojos son dos canicas. Su lengua es una canción. Sus plumas son lápices y colores, crayolas y sacapuntas: un borrador tan suave como las flores parece su mechón. Una canica es su alma. Una canica es su corazón. Diamante Mandarín es amante de Rina, la mandarina: para él, para Diamante, Rina la Mandarina es un diamante y Claudia la naranja es una perla. Nuestro Diamante Mandarín come también limones: para él, José Luis el Limón es una esmeralda. Así que el Pájaro Diamante desayuna diamantes, almuerza perlas y de onces come esmeraldas. Su mamá, su mamita, se las empaca en la lonchera. Cuando hace del cuerpo, Mandarín defeca piedras preciosas: anillos de diamante, bollitos de oro y piedritas de esmeralda. Te voy a contar su vida, mi vida. Diamante es el mejor amigo de Pim Pim Pom Pum, como ya se dijo. El Elefante Pim Pim Pom Pum aprendió a volar gracias a Diamante Mandarín. Fue en un abrir y cerrar de alas que aprendió a volar Pim Pim Pom Pum. Es decir, el pájaro Diamante es pájaro y también es profesor, porque enseña a volar.
       ¡No me digas!
       Sí te digo. Pim Pim Pom Pum, el elefante que vuela, en cambio, enseña a jugar Pingpong a los ratones. Coge la raqueta y Pim, raquetea, raquetea. Coge el Pimpón y Pim Pim Pom Pum el elefante pimponea, pimponea: empieza a jugar con otro elefante. Pim Pim Pom Pum la clava en la esquina de la mesa de Pingpong y gana: gana la partida y la festeja. No. No. No. Es mentira. Miento, miento y miento, con mi lengua de viento. Pim Pim Pom Pum no juega Pingpong. ¿Me creíste? ¿Creíste que Pim Pim Pom Pum juega al Pingpong? Yupi. Yupi. Eso te pasa por ser tan tenaza. Eso te pasa por ser tan buenaza. Eso te pasa, te pasa y te pasa, por ser calabaza.         
       Pim Pim.
       Pom Pum.
       ¿Quién es Pim Pim Pom Pum?
       Pim Pim Pom Pum es un elefante, con patitas de latón. Se lava el moquito con detergente y un pañolón. Se lo restriega por dentro, su moco, su moquito, su mocote, se lo restriega por fuera, su moco, su moquito, su moquín: con una lavadora y una manguera, se lava bien el moquín, estando siempre en chancletas y con una levantadora de colores que parece un festín. Es el mamut más grande del mundo. Del mundo no, del universo. Pim Pim el elefante apenas tiene siete años, pero habla y escribe bien el español. Es muy grande, lo que se dice grande sobremanera.

       Pim Pim Pom Pum es un mamut tan grande que aprende a volar por necesidad, no por gusto. Pim, al caminar sobre la tierra, con uno de sus pies destroza selvas, Pim Pim, destroza desiertos, Pim Pim Pom, destroza ciudades y países. Sólo con un pie, su pie de mamut. Pump. Destroza la ciudad entera. Pim pone sus pies en otra ciudad y Pim, la destroza. Pump. Camina. Pim Pim Pom Pum da otro paso y pump. Ciudad destrozada.
       Pim Pim Pom Pum es tan grande, tan grande, pero tan grande, que sus dos patas delanteras (Pim Pim) se posan sobre un continente. Digamos sobre América Latina, por decir algo, mientras sus otras dos patas, Pom Pum, llegan hasta otro continente, digamos llegan a Asia, por decir algo. Si lo miramos bien, cada una de sus cuatro patas tiene un nombre. Las dos patas de adelante se llaman Pim y Pim. Las dos patas de atrás se llaman Pom y Pum.
       Pero Pim Pim ya no camina. ¿No sabías?
       No. No lo sabía.
       Ahora lo sabes. Él vuela. Pim Pim Pom Pum sabe volar. Cuando es un cachorrito y gatea, destruye muchas ciudades y países, feudos y paisajes. Pero eso pasa cuando es chiquito. Ya no. ¿No sabías eso? Pues te lo voy a contar. Muy bien muy bien, te lo voy a contar, muy bien muy bien, te lo voy a contar.
       Pim Pim Pom Pum deja los pañales. Deja el tetero. Deja los pucheros Pim Pim. Deja los lloriqueos Pim Pim. Después deja el chupo: Pim Pim Pom Pum deja de tomar tetero, deja la teta, deja de tomar tetero Pim Pim Pom Pum. Crece, crece, crece. Nuestro elefantito crece. Entonces, entonces, abandona su chupo, un chupo del tamaño del cañón del colorado. Pim Pim Pom Pum es tan grande, que cuando niño le tienen que hacer una cuna que cuelga de las estrellas. Pim Pim Pom Pum pierde sus colmillitos de leche y empiezan a perfilarse sus colmillitos de marfil. Pim Pim. Ya le están saliendo. Pim Pim Pom Pum se cepilla sus colmillos con un cepillo dental que es cien veces más grande que la torre Eiffel. Usa una crema dental marca Mamumat. Después de gatear, Pim Pim Pom Pum aprende a caminar. Y ahí es cuando destroza ciudades, metrópolis, pueblos, naciones, reinos y terruños. Pero después aprende a volar, para no lastimar la tierra. Pim Pim Pom Pum es un niño elefante pacifista y oceanista: él es un caballero, es un caballerito. Uyuyui, caballerito, qué grande qué grande estás. Te voy a poner un dulce, en tu moco de cristal. Así que Pim Pim Pom Pum vive en el aire. Su moco es tan grande que cuando lo estira, la punta de su moco llega al sol. Sin embargo, no ha vuelto a estirar su moco, porque una vez se quemó la puntita de su nariz. Pim Pim Pom Pum aprendió la lección. Le pusieron una cura en su nariz y su nariz está sana. Muy sana. Sana que sana, la nariz más sana: sana que sana la nariz manzana. No debes estirar tu moco, no debes tu moquito no, tu moco tan grandotote, tu moco que llega al sol. Moco, moco, moquito. Moco, moco, moquín. Mosco que llega a la luna, moquín que llega al sol.
       —Pim Pim Pom Pum —lo reprende su mamá—, elefante grandulón. No me estires tanto el moco, porque te quemas con el sol.
       Yo una vez hablé con él.
       —Hola Pim Pim Pom Pum, hola, hola, hola —le dije con encantadora alegría—, ¿cuándo cumplas los dieciocho años vas a ser un Elefante Punk?
       —No. No. Un Punk no. Seré un elefante ballenato. Me voy a conseguir de novia una ballena, bien bonita, de ojos verdes y pestañas de color azul. Y vamos a bailar vallenato.
       —¿En dónde Pim Pim Pom Pum?
       —En el valle de Renato, el que escucha vallenato.
—Yo pensé que ibas a ser un Punk, por llamarte Pim Pim Pom Pum. Punk.
—Amigo elefante, cuéntame una cosa.
—Pregúntame la cosa.
—¿Por qué eres tan grande?
       —Porque todo bobo es grande. No. Mentiras. No sé. No sé. Pero si me sigues hasta el final, te prometo te lo juro, Tito, Tito, te lo juro, que te digo la verdad.

¿Me seguirás?
       Te seguiré, Pim Pim Pom Pum, elefante aviador, elefante de sol. Te seguiré. Porque tus ojos son tan grandes como la luna. Porque tu moco es una canción.


       Pin Pim Pom Pum tuvo una amiga, por internet. Después se volvieron novios, por la red. Un día salieron a dar un paseo y terminaron enredados. En una red. En una red de helado blanco y chocolate: chocolate de ajedrez.

       A la carga, caballeros, caballeritos.
       A leer. Con un ojo. Con el otro.
       Con los dos ojos. Así. Muy ien.
       Con el Quijotito jugamos los niños.
       Somos elefantes, muy caballeros.
       Muy caballeros, muy caballeritos.
       Caballeros. Caballos. Quijotitos.
       A la letra. Con una lanza. Con la armadura.
       Con Ancho Lanza. Con Rocío Andante.
       A la carga, combatientes, con los dientes.
       Sin los dientes. Con una boca. Con la otra. 
       Con el Quijote, jugamos las niñas.
       Somos elefantas, muy caballeras.
       Muy caballeras, muy caballeritas.
       Silencio en la mancha. Es una orden.
       Silencio en la mancha. El burro hablará.
       Ahí viene. ¿Quién? Ahí viene. ¿Quién?
       El Burro. ¿Cuál Burro?  El Burro. El Burrito.
       El Burro Simón. Simón el Burrito.
       Simón el Burrito: Simón caballero.
       Si quieres cantarle: síguelo leyendo.




                                 



David Saturno Donatti. Novelista y poeta colombiano (Bogotá, 1984). Creador del movimiento literario Hipnotismo Eólico. Autor de la trilogía Circus, compuesta por las novelas cortas El país de los payasos (Premio a la Creación Literaria, 2012, EFA y Universidad Nacional de Colombia; segunda edición, Editorial Magisterio, 2015), El mago invisible (inédita) y Los naipes (en elaboración). Ha publicado el libro para niños El futbolista del aire y alista el libro Don valeroso oso futbolista: El Quijote Infantil. En 2014 public la novela Casa de locos (Premio a la Creación Literaria, Alcaldía Local de Bogotá, Iniciativas Artísticas y Culturales RUU). Finalista del III Premio Internacional de Poesía Desiderio Macías Silva (México, 2007) con la miscelánea poética Rondas para desnudar la noche. Ganador del XXVII Concurso Universitario Nacional de Poesía Universidad Externado de Colombia (2014) con la obra poética Recital para viento [Libro 1: Una sombra blanca]. Finalista del Premio Eros 2015 (Canarias, España) con el poema “Las músicas del cuerpo”.