Inventario
sobre la mesa
se encuentra el Llanto en un rito jocoso
por haber huido
del blindaje de los Párpados
sobre el sofá
se encuentra disecada La Rutina
taxidermia de primera línea
sobre la silla
el cadáver del minuto anterior
espera el desayuno
sobre la barra
el Whisky
embriaga el vaso con hielo
en el piso
una lupa
y la televisión
declarándole anatema
en la ventana
el relámpago
reclama lo impuntual del trueno
en el congelador
la razón
que fue amputada al libro recluido en la repisa
en la cama
la Huella Dactilar
del Manco
en el armario el Vacío
hasta el tope de la nada
sobre la hoja estas letras
que son el testamento del olvido.
El
día fuera del tiempo
soñé una grieta en el cielo
es un presagio decía mi abuela
años luz de aberturas en el cosmos
raja donde son expulsadas las galaxias
el universo
es una hembra recostada
con las piernas abiertas en labor de parto
algo pronto tendrá que salir expulsado...
soñé un inmenso hoyo negro
con torbellinos
luz y relámpagos incesantes
aquello es un portal decía mi abuelo
escapes cuánticos
saltos atemporales
allanamiento de dimensiones
el gran orificio es la cuenca tuerta del cosmos
la gran bifurcación de la nada
algo pronto dará un salto
reptará
saldrá de ahí
y yo saltaré a través del universo...
soñé una inmensa tormenta de estrellas
colapsos entre planetas
energía liberada por fisiones nucleares
es evolución decía mi madre
colisión entre partículas
sinapsis de sistemas solares
creación y destrucción del abismo
la energía que escapa
es un sendero que lleva a la locura
la muerte es necesaria para alcanzar la inmortalidad
pronto surgirán nuevas dimensiones...
soñé una grieta en el cielo
es un presagio decía mi abuela
años luz de aberturas en el cosmos
raja donde son expulsadas las galaxias
el universo
es una hembra recostada
con las piernas abiertas en labor de parto
algo pronto tendrá que salir expulsado...
soñé un inmenso hoyo negro
con torbellinos
luz y relámpagos incesantes
aquello es un portal decía mi abuelo
escapes cuánticos
saltos atemporales
allanamiento de dimensiones
el gran orificio es la cuenca tuerta del cosmos
la gran bifurcación de la nada
algo pronto dará un salto
reptará
saldrá de ahí
y yo saltaré a través del universo...
soñé una inmensa tormenta de estrellas
colapsos entre planetas
energía liberada por fisiones nucleares
es evolución decía mi madre
colisión entre partículas
sinapsis de sistemas solares
creación y destrucción del abismo
la energía que escapa
es un sendero que lleva a la locura
la muerte es necesaria para alcanzar la inmortalidad
pronto surgirán nuevas dimensiones...
soñé un laberinto
en el centro de sus ruinas había un péndulo
en la punta del péndulo una luz
un cometa orbitaba la tierra
es equilibrio decía mi padre
el tiempo busca la salida al laberinto
el laberinto
busca la propagación del infinito
el cometa es la muerte que vigila a lo lejos
la destrucción
de las ruinas
de las ruinas
sellará la luz
qué hay en el péndulo
la materia del
vacío
es la
dimensión de la memoria
nuestra
extinción
una oscura
prisión fuera del tiempo
donde
materializan los presagios.
Las ramas del Sakura
poco
después, una línea de cuerpos desnudos caminando en grupos,
llorando,
con la piel colgando como harapos
las
manos en el pecho
pisando
materia cerebral desmoronada
ropa
quemada cubriendo sus caderas
Sankichi Tōge
Agosto
6
I
bajamos el puente
compramos sake
y atún
corrimos al agua
y nadamos rio arriba
hasta el remanso cerca del muelle
II
llegamos al sakura
curvo
de la orilla norte
salimos por aire
afuera
había un anciano ciego
que pescaba la cena
III
tomamos un trago
desde el montículo no podía verse
el atardecer
así que subimos al árbol
pude ver desierta la plaza
IV
un perro
sobre la rama
un ave
en la azotea de la casa un
gato
en los pezones de ella mariposas
dormí encima de su cuerpo
el anciano
dormía
en su dojo
V
yo
balbuceaba
dormía boca arriba
soñaba una luz
que llenaba las calles de fuego
VI
en la mañana salimos
al sakura
escribimos en las ramas
serví el té
el anciano cantaba
VII
leía
luego zumbidos
de avionetas
de pronto la luz
de mi sueño
brillaba tan cerca
corrimos
saltamos al agua
VIII
vimos la luz
prender fuego al árbol
al muelle
hacer ceniza al anciano
llevarse el suelo del dojo
borrar los haikús de la rama
IX
no
había más árbol
casas
o muelle
X
el anciano cantaba
oía su estribillo
o
fue
su ceniza
en el aire
Ángel Aviña (León, Guanajuato
1991)
poemas
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